Juguetes perdidos: fuerte caída de las ventas

Las ventas para las Fiestas cayeron 20 por ciento, en cantidades, en comparación con el año pasado. La peor cara de la crisis.

La industria del juguete sintió la crisis durante las ventas navideñas, según indicaron ayer desde la Cámara del Juguete. Se trata de un retroceso del 19,8 por ciento en las ventas en promedio en el sector, lo que provoca fuerte preocupación en comercios.

La pérdida del poder adquisitivo fue tan grave que se evidenció que las paritarias quedaron lejos de la inflación y el salario no alcanza.

Es que, se calcula que el sueldo real promedio registrado del sector privado se ubica un 13,3 por ciento por debajo del nivel que tenía a fines de 2015.

Si la crisis en el sector comercial del juguete fue grave, para los productores fue más drástica: a la caída del consumo se le suma un fuerte incremento de las importaciones del mercado chino.

El juguete cuenta en el país con unas 200 fábricas. En la última década, la industria nacional había alcanzado un 50 por ciento de participación del mercado a partir de las inversiones y del proteccionismo impuesto por el kirchnerismo.

La industria empleaba a 500 personas en 2001 y pasó a 10 mil el año pasado. “En el trascurso del 2018 no se han perdido puestos de trabajo de manera significativa pero se cortaron horas extras y los turnos rotativos y hay fábricas que no abren dos o tres días a la semana para reducir los costos fijos que se dispararon con el aumento de las tarifas de los servicios”, aseguraron desde la Cámara a Página 12.

Este año, las ventas de juguetes de primera infancia cayeron un 16,8 por ciento, en sintonía con la caída en material educativo y juegos educativos, de mesa, autos, camiones y motos.

Peor resultado obtuvieron los rompecabezas e instrumentos musicales de juguete con fuertes caídas de entre 20 y 30 puntos.

En este marco, y con la recesión en marcha, el Gobierno despide un año triste para la economía del país y le da la bienvenida a un 2019 electoral que promete seguir batiendo récors negativos en lo que a actividad económica respecta.

Los comerciantes esperan una reactivación pero no encuentran datos alentadores. Con la política de “secar la plaza de pesos” que impone la gestión macrista, es difícil pensar en una reactivación.

Y a esto hay que sumarle la obstinación del Gobierno de liberar de aranceles la importación de productos asiáticos.