¿Y el segundo semestre? Coca-Cola pidió un Procedimiento Preventivo de Crisis.
Se trata de la planta embotelladora de la firma Coca Cola Femsa, que se encuentra con serios problemas económicos como consecuencia de la caída del consumo.
Durante 2018 crecieron los pedidos de las empresas para activar un procedimiento preventivo de crisis (PPC) con un total de108 pedidos, 25 más que en 2017 y 53 más que en 2016. Este año continía la tendencia y ni siquiera un gigante como Coca-Cola se salva.
La presentación se realizó hoy ante la Secretaría de Trabajo, y el viernes se realizará la segunda audiencia. La medida tendrá efecto en la planta Alcorta, que la empresa tiene en el barrio de Bueva Pompeya.
A través de un comunicado, Coca-Cola Femsa declaró que la empresa “está atravesando una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo”.
Lo cierto es que corren riesgo 2500 empleados y es un llamado de alerta para el Gobieno nacional. El PPC, que rigue desde la década del 90, es una suerte de flexibilización laboral durante un lapso de tiempo y se considera un paso previo al concurso.
Durante este periodo, las empresas pueden disponer cambios de horarios de sus empleados, suspensiones y hasta un 50 por ciento menos en el pago de indemnizaciones por despido.
En 2018, el caso más resonante fue el de la cadena de supermecados Carrefour, que cuenta con 19.000 empleados y 500 sucursales en todo el país, la cual obtuvo los avales para solicitar el Procedimiento, que le permitió concretar suspensiones y despidos baratos.
Para aprobarse el PPC, la firma debe conseguir el aval de la contraparte: el sindicato. En el caso de Coca-Cola, se trata del gremio de Aguas y Gaseosas, que lídera Raúl Álvarez, muy cercano a Cambiemos, por lo que los tabajadores no depositan ninguna esperanza en el gremialista.